Todos los 23 de abril desde 1989, gracias a la UNESCO conmemoramos el Día Internacional del Libro. Un necesario homenaje a uno de los mejores inventos de la humanidad, con el que podemos almacenar saberes ancestrales a largo plazo y de forma escrita.
Dos características fundamentales para lo que hoy llamamos progreso: la acumulación de saberes que perduren y se transmitan entre generaciones a través de la palabra escrita (sin miedo a posibles variaciones en su contenido tan propias de la tradición oral) ha sido y es uno de los grandes logros que nos permite seguir avanzando como sociedad.
Y como nuestro futuro y el del planeta dependen hoy, más que nunca, de un cambio radical en nuestros hábitos de consumo, no se nos ocurre mejor forma de celebrar este día que recomendando 5 libros muy interesantes sobre cómo reducir nuestros residuos, para entender la importancia del reciclaje y cómo hacerlo bien en el caso de residuos orgánicos.
La literatura especializada en ecología y sostenibilidad está cada vez más en auge y vemos con alegría cómo el mundo editorial apuesta por este tipo de lecturas, sea por una mayor conciencia medioambiental que les lleva a apoyar a autores que son referentes en la materia, sea porque han visto la creciente demanda por parte de la ciudadanía en buscar información sobre nuevos hábitos y eso, al fin y al cabo, es negocio.
Desde las grandes editoriales, como el Grupo RBA, pasando por cooperativas editoriales especializadas en ecología y medioambiente, como Pol·len Edicions, hasta la autopublicación a través de plataformas como Amazon.
Cualquier vía es bienvenida sin con ella ganamos en lecturas que, no solo enriquecen nuestra mente, sino también la salud y el planeta.
SI NO TE RESBALA nada de esto, toma nota e incluye en tu lista de deseos cualquiera de estos libros:
Pinchando en cada libro tenéis toda la información para poder adquirirlos, que también encontráis en nuestra sección de recursos.
Ya sabes, este #DíaInternacionaldelLibro…
QUE NO TE RESBALE y regala/regálate lecturas que contribuyan a consolidar una nueva forma de consumir, de ser y de estar en nuestro planeta. Porque no hay planeta B.